Un episodio de violencia más se ha presentado en el fútbol profesional. En esta ocasión, fue en la Superliga de Turquía, al finalizar el encuentro entre el Ankaragücü y el Rizespor. Tras el empate sobre Ankaragücü en el último minuto producto de un penal, el presidente bajó a la cancha a propinarle un fuerte golpe al árbitro del encuentro.
Luego del impacto, el árbitro Halil Umut Meler cayó al suelo y esto no fue lo único. Ya tirado, se observa en los videos que más personas patean al colegiado aún cuando está protegiéndose. La gresca se desató en el Eryaman Stadium y la policía tuvo que intervenir, llevándose a Faruk Koca, presidente del Ankaragücü.
Koca será puesto en juicio tras estos lamentables hechos y la Superliga turca ha sido pospuesta de manera indefinida. Incluso, el presidente de Turquía (Recep Tayyip Erdoğan) se pronunció tras lo sucedido: “El deporte es paz y hermandad”.
La principal razón de la molestia de los locales fue un penal concedido al Rizespor, que el argentino Adolfo Gaich hizo efectivo en el minuto 90+7. Con esto, el Ankaragücü no pudo llevarse la victoria y se quedó con el empate en casa. Además, el partido tuvo un expulsado por cada bando: Ali Sowe del Ankaragücü al minuto 50 y Emir Han Topcu al minuto 90+5.
Ankaragücü se ubica en la onceava posición con 18 puntos, mientras Rizespor está en el octavo lugar con 22 puntos. El futuro de la presente temporada en la Superliga turca es un enigma, así como las sanciones al presidente y al Ankaragücü en general.
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