El equipo de Simone Inzaghi se coronó campeón de liga en el Derby della Madonnina por primera vez en la historia.
El estadio Giuseppe Meazza estaba abarrotado como de costumbre, camisetas Rossoneri tapizaban las gradas de un recinto que estaba a punto de presenciar uno de los juegos màs pasionales del futbol italiano. El Inter con una victoria aseguraba el scudetto, mientras el Milan con escasas posibilidades de coronarse, pretendía echarle a perder la fiesta a su acérrimo rival.
Los primeros 10 minutos del partido estuvieron cerrados, sin disparos al arco y con un balón concentrado en el medio campo, sin embargo, paulatinamente el Inter comenzó a tomar el control de las acciones y tras un tiro de esquina al minuto 18, Acerbi se alzó en el área para rematar y acercar a los suyos a la gloria italiana.
A partir del gol, el partido tomó un rumbo distinto, por momentos el inter y por momentos el Milan atacaba, pero los Nerazzurri eran màs incisivos al frente. Rafael Leao, el hombre màs peligroso del Milan, se quedó muy cerca de anotar el empate, tras desbordar por la banda y meterse al área, sin embargo, Yann Sommer atajó y el disparo.
En la segunda parte apareció el segundo para los de Inzaghi, Thuram merodeó el área, con total libertad aprovechó la fragilidad defensiva del rival y de larga distancia le pegó a un balón que terminó en el fondo de las redes, y sumo al marcador una ventaja que significaba una caricia, un acercamiento profundo hacia el Scudetto.
Después del segundo gol, el juego se apagó, y durante varios minutos se tornó tedioso, hasta que al minuto 79, apareció Tomori para descontar y poner las cosas 2-1, de esta forma la motivación del Milan aumentó, un Milan que ya no peleaba competiciones europeas y que estaba muy lejos de poder ganar la liga, pero que aún podía amargarle la noche a su máximo rival.
El dominio del Milan llegó por primera vez en el encuentro, buscaban el empate sin mucha precisión y con poca idea futbolística, por momentos se notaba la desesperación de los locales, hasta que en una jugada, la euforia del juego encaro a dos jugadores, Dumfries y Theo Hdz, tras empujones y agresiones, el árbitro decidió expulsar a ambos para poder poner orden. Por si fuera poco, esas no fueron las únicas tarjetas rojas del partido, pues en el último córner Candreva le propinó un manotazo a un compañero rival y también se fue expulsado.
De esta forma, con un Milan desesperado y superado y un Inter cosechando los esfuerzos de una temporada casi perfecta, los Nerazzurri lograron ganar en San Siro, ante el Milan, su Scudetto número 20 y superar en títulos a la escuadra dirigida por Stefano Pioli.
Be the first to leave a comment