En la actualidad la Selección Mexicana vive uno de los momentos más obscuros de su historia, ya que durante años se ha cuestionado el nivel futbolístico, que muchas veces es justificado con escasas buenas actuaciones, como en Juegos Olímpicos o mundiales sub-17, o siempre con el argumento de “Jugamos como nunca y perdimos como siempre” … Hoy en día ya ni jugamos como nunca, y si perdemos como siempre.

La narrativa de la telenovela del fútbol mexicano se basa en la derrota y la esperanza, en los villanos y héroes, pero estos personajes se han desviado de la narrativa y todos se han convertido en villanos; desde medios de comunicación, jugadores, empresarios, directivos y hasta afición.

Comenzando por los medios de comunicación, que es la fábrica de falsas narrativas, donde en lugar de cuestionar la estructura, cargan la crítica hacia un solo jugador, como si la mediocridad del fútbol mexicano fuera por culpa de alguien que hace su trabajo, ningún jugador quiere perder. Por ejemplo, la culpa de que Blockbuster estuviera en crisis y quebrara no fue de un empleado, es culpa de la estructura en la que se desenvuelve.

Lo anterior no quiere decir que los jugadores se exentan de la culpa, al final ellos son el foco mediático del asunto, los jugadores se han encargado de separarse de los aficionados tras la soberbia y ego que muestran. Me ha tocado presenciar cuando reporteo en la fuente que los jugadores mexicanos salen del partido con una arrogancia que ni Cristiano Ronaldo tiene.

Los empresarios y directivos, los que imponen bajo sus intereses a jugadores y cuerpo técnico en Selección Mexicana, para ilustrar esta situación podemos ver el caso de Caliente.MX, Hank Rhon y la Selección Mexicana, donde curiosamente firmaron un contrato de exclusividad en el mes de marzo, dos meses después de que Diego Cocca fue nombrado como entrenador del tricolor.

Diego Cocca llegó gracias a su representante Christian Bragarnik y la gran relación que tiene con Hank Rhon. Me han contado que en la Federación Mexicana de Fútbol le debían un favor, a Hank, no sé si por el tema del acuerdo con Caliente.MX o por otra situación oculta, pero fue la manera de pagarle momentáneamente ese favor. Por cierto, Rodrigo Ares de Parga es de la gente de Hank desde que fue directivo en Gallos Blancos de Querétaro.

Hoy los demás directivos del fútbol mexicano se arrepienten, por eso ha comenzado la guerra mediática en contra de estos personajes. La idea es que Televisa recupere el poder total de la selección, por eso Duilio Davino, que es un hombre de casa y de Emilio Azcárraga, ha llegado paulatinamente a como director de selecciones nacionales a recuperar ese poder. En la conferencia de la presentación de Duilio, curiosamente Ares de Parga lo interrumpía cada que podía, seguramente como orden de Hank Ron para imponer poder ante la gente de Azcárraga.

La idea es que indirectamente Hank Ron se vaya de la selección acabando la Copa Oro y con ello toda su gente, y aquellos favores que le debían los directivos del futbol mexicano, como ofrecerles patrocinios millonarios a los 18 clubes de la liga finalmente se salden. No es sorpresa que en la última junta de dueños Don Ricardo Salinas, directivo importante dentro del fútbol mexicano, ni siquiera se presentara.

La afición juega un papel crucial con su falta de pensamiento crítico, en pleno 2023 aún existe el discurso de que somos malos porque no le echan “ganitas” los jugadores o porque no sienten la playera. Lo anterior en el fútbol no es suficiente para tener un fútbol constante y de alto rendimiento. Si se quiere un fútbol de primer mundo, se necesitan aficionados con exigencias de primer mundo.

Mientras lo anterior no cambie, seguiremos jugando como siempre y perdiendo como siempre… te la dejo Directo al Pie.

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